El proceso de Dor Guez en Artpace incluyó la revisión y edición de videos que documentan los días antes de que su abuelo Jacob Monayer (1920-2011) falleciera, y el funeral que se llevó a cabo 40 días después. (En la Iglesia Ortodoxa, se cree que las almas de los difuntos vagan la tierra por 40 días después de la muerte, cuando se produce la ascensión del alma, entonces se llevan a cabo plegarias especiales en la tumba y en la iglesia en memoria de los difuntos).
40 DAYS (40 DÍAS) combina obras de video íntimos con estampados de tumbas destruidas en el cementerio cristiano palestino en Lod, un pueblo entre Tel Aviv y Jerusalén. Las imágenes proceden de la labor constante de Guez de mantener el primer archivo cristiano palestino, una colección de documentos de archivo correspondientes a los palestinos que fueron dispersados de Israel después de la guerra de 1948, y los que permanecieron allí. Él incorpora selecciones del proyecto en sus instalaciones como «escanogramas» o artefactos prefabricados manipulados creados mediante tres diferentes escáneres en una sola imagen, dando a cada parte luz, color y profundidad específicos. Los escanogramas en 40 DAYS son versiones ampliadas de las fotografías que Jacob Monayer tomó para documentar la destrucción del cementerio y presentarlas a la policía.
SOBRE LA EXPOSICIÓN
Ofreciendo un espacio reverente y tenue para reflexionar sobre la historia de la memoria de su abuelo y el relato amplio de la marginación de la comunidad cristiana palestina, al centro de la obra 40 DAYS de Guez se encuentra la destrucción del cementerio de Lod. Proyectado frente a un banco de madera, su video entreteje vistas interiores de la casa Monayer con escenas en el hospital, el cementerio y la tumba de Jacob Monayer, así como su funeral dentro de una iglesia ortodoxa local. En una escena, Samira Monayer, abuela de Guez, comparte las fotografías originales de su esposo de la profanación que ocurrió años antes en el cementerio. Guardadas en un cajón de la cocina y consecuentemente humedecidas y pegadas, las fotografías tienen que ser desgarradas por Samira al tiempo que identifica, en hebreo y en árabe fluido, las tumbas destruidas de su madre, los padres de Jacob y otros miembros de la familia. En la pared del espacio de la galería, escanogramas ampliados de las imágenes detallan tumbas con cruces rotas, inscripciones profanadas, y cubiertas de tumbas quebradas, dejando al descubierto los restos de los fallecidos, fotografías dañadas que hacen referencia a la destrucción dentro de la misma destrucción. Un segundo video proyectado en la pared opuesta a 40 DAYS, es un circuito corto de un hombre caminando hacia el cementerio al atardecer, ofreciendo un indulto rítmico de tumbas destruidas y dolor familiar. El uso de Guez de historias personales en su exposición es una herramienta convincente para dar voz a piezas desconocidas en la historia de Palestina e Israel.