Desde 1994, Ordo Amoris Cabinet ha estado analizando e infundiendo significado filosófico en objetos ordinarios y sin complicaciones. Sus instalaciones escultóricas están cargadas de críticas y observaciones sociales y políticas, principalmente relacionadas con las dificultades y frustraciones diarias causadas por la crisis económica y el establecimiento político en su Cuba natal. Destacando una fascinación por el medio ambiente, los objetos, los instrumentos y las máquinas,




La versión de la arqueología contemporánea de Ordo Amoris se hizo pública en 1996 en el Centro Habana para el Desarrollo de las Artes Visuales en su segunda exposición individual, Agua con Azúcar y La Muestra Provisional (Sugar Water and The Provisional Show). Su exhibición de objetos reciclados, como Objeto (Estufa), una estufa construida con una lata de medicina, alambre de cobre, una lata de metal y tela, provocó una reflexión sobre las cualidades de la cultura material en Cuba en la década de 1990 y los extremos necesarios para supervivencia en un entorno carente de recursos.
La interacción y el impacto de la tecnología en las personas, la información y la historia es otra fuente del trabajo de Ordo Amoris. Haciendo referencia a nuestra sociedad globalmente interconectada y en rápida aceleración, los artistas investigan conceptos de igualdad, funcionalidad y necesidad a través de la digitalización. Con interés en un tema general de dualidad, el proyecto ArtPace de Ordo Amoris es una instalación de cuatro partes compuesta por alfombrillas de ratón utilizadas como revestimientos para el suelo, una proyección de vídeo de dos protectores de pantalla idénticos, dos teclas personalizadas fundidas en bronce y un collage creado con impresiones digitales de carteles revolucionarios cubanos. Los artistas viven su sociología y política analizando fragmentos extraños de la vida cotidiana y traduciéndolos en objetos de arte y diseño. Cada segmento de su instalación ArtPace está cargado de alusiones al poder de la tecnología y la ironía de la realidad social, política y económica cubana.
Aproximadamente 1200 alfombrillas de neopreno alfombran la entrada de ArtPace, creando un campo fotográfico sobre el que el espectador debe navegar. Para Ordo Amoris, las alfombrillas de ratón se convierten en trampolines para acceder al mundo a través de Internet, lo que le permite a uno disfrutar de viajes ilimitados a cualquier lugar que Internet permita sin dejar nunca el espacio físico. Existe así la paradoja de la situación cubana: el límite físico de la isla versus la libertad infinita que brinda la tecnología. En la galería de arriba, una doble proyección de un solo protector de pantalla de computadora atrae al espectador a considerar objetos hechos por el hombre cuya única función es servir a la tecnología. Por definición, un protector de pantalla conserva un monitor de computadora y, aunque a menudo es hermoso e interesante, no está destinado estrictamente al disfrute visual. Las llaves personalizadas fundidas en bronce son una referencia a la asociación creativa de los artistas y a abrir su futuro y el futuro de Cuba. El trabajo final, un collage digital de impresiones de carteles de propaganda política, completa el círculo del proyecto al inyectar audazmente la política cubana en la instalación y hacer una declaración crítica sobre la naturaleza opresiva del régimen actual, la política hostil y el futuro inminente e incierto del país.