La exhibición de Adriana Lara en Artpace, Artificial, explora conceptos relacionados con la elaboración del arte. Lara cree que el arte en la vida cotidiana es más ordinario y presente y no algo raro y que requiere constante explicación. Una forma en la que ella expresa esta idea es deletreando la palabra “artificial” utilizando artefactos para baño que colocó en el exterior. Una foto de esta obra está incluida en un video de 8 mm que lleva el mismo título.
Para este video sin narrativa, Lara entró al estudio de varios artistas en San Antonio y los capturó en el proceso de la creación de obras. Las tomas de primer plano y cortes abruptos restan énfasis a las identidades individuales de los artistas y en contraste, se enfocan en las acciones y movimientos ordinarios que conforman la obra artística. Además de las secuencias en acción, Lara pidió a los artistas que dirigieran una escena como una forma alternativa de representar su mente cuando trabajan. En esencia, este proyecto es como una forma de retrato que intenta desmitificar a los artistas y sus procesos.
La exhibición incluye una serigrafía que representa un autorretrato de Xavier, un artista que apareció en exhibiciones anteriores de Perros Negros. El grupo presentó su obra por primera vez en Sentimental Gallery (2007), una instalación en galería con duración de un año que presentaba a Xavier y a otros artistas trabajando fuera del mercado artístico tradicional. Lara ha citado con anterioridad obras previas; son parte del lenguaje visual de la artista y elementos fructíferos que continúan siendo extraídos.
Chess Board, New Moon, y Corner Painting son las primeras incursiones de Lara en la pintura. Están concebidas como imágenes/objetos que le llevan a uno a otro espacio y momento de formas diferentes. Chess Board podría ser visto como un campo estratégico, similar a como un lienzo blanco puede parecerle a un artista; New Moon vuelve nuestra atención al cielo en busca de algo en el único día del mes en el cual uno no puede localizar la luna; y Corner Painting dirige nuestra atención a un espacio común, pero poco evidente en una habitación. En última instancia, Artificial cuestiona el arte, sus formatos, su papel y las condiciones bajo las cuales se crea.