La exposición Under Heavy Manners de Graham Fagen, se basa en dos décadas de trabajo dedicadas a examinar las formas en que la cultura se produce y se negocia por personas y objetos. En Artpace, él ha centrado su atención en los dientes humanos como un medio simbólico para entender las complejas relaciones físicas y emocionales. En los dibujos, videos y esculturas que componen su instalación, explora los dientes al mismo tiempo como objeto de intenso escrutinio y mediadores de la interacción humana, tanto íntima como agresiva. Los compara con la arquitectura, al sugerir que estas estructuras faciales prominentes y expresivas funcionan como la fachada de un edificio, demarcando la frontera entre la esfera pública fuera del cuerpo y la esfera privada dentro de la mente. Entre la frontera del uno y el otro, los dientes se paran como parte de y aparte de, el cuerpo.
Dos espectros en tinta, ambos autorretratos en papel, descubren sus mandíbulas grotescamente distorsionadas y desiguales en el espacio. Lejos de los retratos tradicionales, estas imágenes muestran la inquietante forma y el tamaño de los dientes de Fagen, tal como los sintió al investigar el interior de su boca con la lengua. Tongue Behind Teeth, la silueta más amplia y suelta, representa la sensación de correr la lengua por detrás del contorno de sus dientes, mientras que la mordida más firme y angosta, Tongue in Front of Teeth, representa el camino de su lengua por la parte delantera. La diferencia entre los dos dibujos sugiere las diferencias entre la autopercepción de un individuo y la manera en que puede ser percibido por los demás. Desde el interior, los dientes y el interior del cráneo parecen borrosos y complejos. Desde el exterior, el espacio que contienen parece pequeño y compacto.
Los temas de la percepción corporal y el juicio se desarrollan aún más en el segundo componente de la instalación de Fagen, Heavy Manners, una secuencia continua de un video de cuatro minutos proyectado en un espacio abierto forjad en la parte posterior de la galería, por dos telones de fondo. La pieza comienza con una imagen de cuerpo completo de una violonchelista sentada en una habitación vacía. Ella comienza a realizar una interpretación muy sonora y monótona de The Slave’s Lament, un poema del escritor escocés Robert Burns (quien es famoso por haber escrito la letra de la melodía favorita de Año Nuevo Auld Lang Syne). Fagen ha explorado las conexiones del poeta con la esclavitud en obras anteriores; esta vez, invoca el cautiverio humano como una metáfora para analizar las relaciones complicadas producidas por y expresadas en las interacciones corporales. Basándose en su investigación de los dientes como un límite arquitectónico entre el yo y el otro, el video hace referencia a la práctica común del comercio de esclavos de juzgar la salud y el valor de un ser humano mediante el examen de la boca.
En una serie de tomas muy de cerca, cuatro actores llevan a cabo lo que podría ser un ritual sagrado o un examen médico. Uno a la vez, un par de manos se sumergen en una vasija invisible; brillan mientras se frotan lenta y metódicamente, al tiempo que brillantes gotas de agua caen de la punta de sus dedos. A continuación, los brazos se unen y un par de manos acaricia e inspecciona cuidadosamente a la otra. De repente, los brazos cambian de lugar y de papel. Los mismos dos pares de brazos están vinculados, pero las manos que estaban siendo inspeccionadas, ahora son las encargadas de inspeccionar. Cortes sucesivos elaboran este ritual de intercambio e inspección: uno a la vez, un par de manos diferente manipula la cabeza de cada individuo, haciéndola girar, haciendo el cabello a un lado, separando los párpados abiertos y manipulando los labios para examinar los dientes. Al principio, el tacto parece casi tierno, pero a medida que las notas del violonchelo se vuelven tempestuosas, lo mismo ocurre con la manipulación de los cuerpos. Por último, conforme un conjunto de brazos envuelve a cada cuerpo y lo saca de la pantalla, se vuelve confuso si están ofreciendo un amoroso abrazo o un apretón sofocante. A medida que la grabación vuelve a la imagen de la violonchelista, nos damos cuenta de que ella induce las notas de su instrumento con la misma combinación ambigua de ternura y violencia. Mediante la colocación de cada personaje en los papeles de examinador y objeto examinado, Fagen complica nuestra percepción de la relación entre amo y esclavo. A medida que las manos pasan de tierno a rudo y los ciclos se repiten, somos testigos de una alegoría de la profundidad y complejidad de las relaciones humanas, en las que los roles de cuidador, agresor, amante y víctima nunca son exactos y siempre están cambiando.
La exposición culmina con Our Shared, Common, Private Space, una impresión de los dientes del artista en bronce y teñida en pátina negra. Encaramadas en un pedestal excepcionalmente alto, las dentaduras de bronce están colocadas a la altura que tendrían si estuvieran conectadas a un cuerpo viviente. Al suspenderlas en la mitad del espacio, Fagen esculpe el espacio alrededor de las mandíbulas, desafiando al espectador a examinarlas desde todos los ángulos y a completar la arquitectura faltante. Imaginar un cuerpo y una voz para los dientes sin cuerpo y vueltos objetos sitúa al espectador en el papel del examinador, y ya sea que nuestro juicio sea justo o no, la escultura permanece en silencio, sin que hablemos por ellos.