CUÉNTANOS SOBRE TU EXPOSICIÓN:
El tiempo y los recursos proporcionados por la residencia de Artpace me permitieron enfocarme en mi proceso y explorar una relación más íntima con el adobe. El adobe es un material de construcción y labor que he heredado de mi padre, Ramon Esparza, que fue un ladrillero de adobe y constructor durante su juventud en Durango, México. Para mí y mi práctica, el adobe ha servido como un material de construcción y vehículo para explorar maneras de desarrollar comunidad con gente morena y queer en Los Angeles y más allá. También es un material que he utilizado para construir espacios que enfrentan la arquitectura del cubo blanco.
La obra siempre se ha manifestado de manera colaborativa y colectiva con al menos tres otras personas. El proceso ha funcionado como un laboratorio para pensar sobre lo que significa ser moreno — nuestros cuerpos, nuestras ideas, nuestras prácticas creativas en relación el uno con el otro y en relación con la tierra. El trabajar con adobe en estas capacidades ha sido increíblemente generativo para mí y para la gente con quien he tenido la oportunidad de trabajar. He tenido el inmenso honor y privilegio de trabajar con más de 50 otros artistas, trabajadores, miembros de la comunidad, art workers, familiares y amigos a través de los últimos 4 años, que ahora forman una gran parte de mi comunidad más cercana.
Elegí empezar mi residencia explorando una relación de uno a uno con el adobe. Aunque realizar proyectos colaborativamente todavía se siente necesario y emocionante, también sentí que era importante pasar tiempo meditando sobre la sustentabilidad a largo plazo de trabajar con tierra. Empecé a escuchar audiolibros mientras cavaba diez yardas cúbicas de tierra, cinco yardas cúbicas de estiércol de caballo, un par de pacas de paja y agua (todos son ingredientes necesarios para mezclar adobe) alrededor del espacio. Para poder explorar las posibilidades de trabajar con lodo tenía que construir una superficie dura de tierra sobre la cual trabajar. El sumergirme en las lecturas y en mi labor informó las ideas que surgieron– ideas sobre lo que es ser moreno, sobre identidad y sobre espacio. El piso seco y agrietado de adobe me remontó al tiempo en el desierto donde hace años hice trabajo como voluntario con el campamento No Más Muertes para proporcionar ayuda humanitaria para acabar con las muertes de migrantes en el desierto. La retórica polarizadora alrededor de la construcción de la frontera en EUA me instó a pensar sobre cómo la rudeza y dificultad inherente de las tierras desérticas es utilizada como un arma contra los migrantes. Estos páneles de adobe, perros y bolsas se convirtieron en modos para sintetizar estas diferentes relaciones entre los cuerpos morenos y la tierra.
Con Tierra es una meditación sobre las maneras en que nuestros cuerpos y nuestra tierra son blancos del supremacismo blanco y su violencia– sistémicamente oprimidos, explotados, robados, secuestrados, vendidos, invadidos, poseídos, divididos– y cómo, dentro de esta matriz de consecuencias de la colonización, estar con la tierra como custodio cultural que lucha, pierde, prospera, y resiste. Con Tierra es un espacio de reflexión y un monumento a las pérdidas insuperables y a la fuerza de los morenos.