Se Llamó a Sí Misma Olimpia

Sarah Fox

Exposición: May 19 – Ago 12, 2018


El monumental edredón decorado (quilt) Se Llamó a Sí Misma Olimpia es una oda contemporánea a la figura de la Odalisca con un giro empoderador. Este proyecto hace referencia a los cuerpos femeninos como espacios social y políticamente disputados en medio del contexto de la administración de Trump, aunados a las potentes voces del movimiento #metoo.

Históricamente, la palabra odalisca era usada para describir a una mucama o sirvienta. La historia de la palabra fue evolucionando y viajando por Europa, terminando por significar concubina o amante. A través de la historia del arte, normalmente se manifiesta como una mujer desnuda blanca y frecuentemente curvilínea, reclinada y con mirada desviada y coqueta, o directa y seductora. Esta figura es un objeto destinado para ser consumido por un espectador masculino heterosexual.

La composición de Se Llamó a Sí Misma Olimpia cita directamente la icónica composición de Olimpia, del pintor Édouard Manet. Manet empodera a la figura dándole un sentido de voluntad con su aire seguro y el gesto protector de su mano. La pintura escandalizó al público y los críticos franceses cuando fue exhibida en el Salon de Paris en 1865, no por mostrar a una prostituta, sino porque ella enfrentaba al presunto espectador masculino y heterosexual. Esta clase de poder femenino aún amenaza a las estructuras de poder comúnmente aceptadas.

La figura en sí en el quilt de Fox es un collage de género y biología—un chimpancé macho, senos de hongo, la cara rugiente de un león, y conchas, todo representando su complejo género. Su postura y expresión indican a una mujer con control y confianza totales sobre su propio cuerpo. Se seduce a sí misma en una cama de joyas y no es objeto de nadie. Su cuerpo y su sexualidad han sido recobradas.

La figura en la izquierda también hace alusión a la Olimpia de Manet. Se ha transformado en esta obra de sirvienta a observadora. Una figura angelical con alas de conchas y manos cruzadas, esta es una niña pequeña incierta sobre su futuro en el mundo.

Las arañas encaparazonadas colgantes están conectadas con la historia de la prostitución en San Antonio. En 1817, la primera instancia registrada de prostitución tomó lugar en San Antonio cuando nueve prostitutas hispanohablantes fueron desterradas de San Fernando de Béxar (hoy San Antonio). La palabra “araña”, en la antigua habla popular de México, significa prostituta. Un grupo de mujeres de la calle podría haber sido llamado un grupo de “arañas” o “arañitas”.

A través de una serie de talleres dirigidos por la artista, la comunidad añadirá elementos bordados al quilt, como gesto de empoderamiento para quien participe. Los materiales, la ejecución, y la colocación del quilt son esenciales para su mensaje feminista. La obra está bordada y cosida en capas con el método del quilting—materiales y métodos que tradicionalmente son utilizados por mujeres. A estas técnicas, que son consideradas más manualidad que arte, se les ha dado menos importancia históricamente que a la pintura. Estos confines han sido debilitados por artistas como Tracey Emin y Ghada Amer, pero la escala de mural de esta obra los desintegra aún más.

Artista

Sarah Fox

San Antonio, Texas, USA

Sarah Fox’s multi-media narratives and characters are created from embodied female experience. Stories of life, loss, love, and sex are told through corporeal hybrid creatures. The resulting collages, drawings, sculptures and animations suggest a childlike fairytale but with an undercurrent of dark sexual symbolism. Her work has been shown throughout Texas, as well as in the Kinsey Institute (Bloomington, Indiana), Field Projects Gallery (New York, New York), Espacio Dörffi (Lanzarote, Canary Islands), Bedsetter Art Fair (Vienna, Austria), Atelierhaus Hilmsen (Hilmsen, Germany) and Casa Lu (Mexico City, Mexico).
She lives and works in San Antonio, Texas where she is the co-director of the innovative community art space Clamp Light Studios and Gallery.

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