¿Qué quisieras que se llevaran quienes visiten tu exposición?
La cortina o muro de cabello rojo falso divide el espacio, y las obras en ambos lados de esta barrera física se refieren a diferentes estructuras de poder de las cuales somos cómplices o facilitadores, que son sistemáticas, parecen invisibles, y otras que podemos retomar. La cortina es una metáfora para los umbrales que cruzamos a diario en nuestras vidas. Algunos ejemplos emotivos relevantes a mi exposición son el rito de paso de ser niña a ser mujer; una mujer entrando en espacios dominados por hombres, y una persona de color entrando a espacios blancos y preguntándose cosas como “¿realmente pertenezco aquí?”, o “¿me dejarán entrar?”
Cada lado de la cortina desafía la representación femenina– todo hace referencia a las expectativas que se tienen de las mujeres, desde ser finas y delicadas como una taza de porcelana blanca hasta el ser percibidas como coléricas y chillonas en nuestros intentos de navegar áreas problemáticas con éxito y poder. Me frustra el hecho de que no hayamos superado más como mujeres. Estos objetos demuestran que estamos activamente reclamando ideas y espacios, y al mismo tiempo reflejan que todavía tenemos mucho trabajo qué hacer.
Los materiales parecen ser fundamentales para tu trabajo. ¿Por qué usas los materiales que usas?
Algo muy importante para mí es mi formación como fabricante de objetos. La cerámica y la historia de la porcelana son centrales para mi trabajo. Fue descubierta en China hace más de 2,000 años, y codiciada por todo el mundo por su blanqueza y pureza. Este deseo de lo blanco es algo que exploro como material deseable, exotizado por el Occidente, y como cultura racial privilegiada. A menudo uso el cabello, real o falso, porque estos delicados filamentos tienen el poder de identificarnos al mundo, pero también perpetúan estereotipos basados en su corte, color, y condición.
Mi práctica está enraizada en los fundamentos de la artesanía. Actualmente, estoy inspirada por las cortinas de cuentas de los hippies, el macramé, y los movimientos proderechos de la mujer de los ’70s. En esa época, los textiles y la alfarería se consideraban manualidades femeninas y no arte, sino más bien hobbies que se aprendían en centros comunitarios, iglesias y programas extracurriculares. Suelo pensar en cómo estos conocimientos eran transmitidos a las mujeres para mantener sus manos ocupadas y mantener nuestras voces en espacios domésticos en vez de espacios públicos. Quiero deconstruir las jerarquías establecidas de materiales y abogar por lo hecho a mano.
¿Cómo describirías tu práctica?
Trabajo multidisciplinariamente con objetos de porcelana hechos a mano o encontrados, instalaciones, performance, y fotografía. Recibo influencia e inspiración de las historias y migración global de la porcelana, los patrones azules y blancos, la belleza, y la cultura popular para examinar y criticar ideas de identidad, raza y género. Recopilo información sobre objetos desde colecciones de museos, tiendas de segunda mano, y mercados de antigüedades hasta los hashtags en medios sociales e íconos femeninos como RGB (Ruth Bader Ginsburg), Beyoncé y Cardi B, y girl culture (cultura femenina). Como una third culture kid (niña de la tercera cultura), conocer y platicar con personas que crecieron siendo birraciales se convirtió en una parte importante de mi práctica. Ser diferente conlleva mucha vergüenza y aislamiento, ser demasiado de esto y muy poco de lo otro, aún en la propia familia de uno. Se trata de contar historias, las migraciones de la identidad, la representación del otro y la reconstrucción de identidades.
Agradecimientos
Lané Pittard
Phung Huynh
Audrey LeGalley y Michael Foerster
Frances Baca y Daryan Arcos
Jennifer Hwa Dobbertin
Lizzy Gladstone de Sun Nation
Leo Barrios Furniture
Jake Harper de Zollie Glass
Kaitlyn Rex de Glaze Nail Lounge
Anthony Rundblade, Charlie Kitchen, Riley Robinson y todos en Artpace
Southwest School of Art
Junior de Eureka Sheet Metal
Gary Nichols y Hare and Hound Press
Sama y Roshini
Dr. Deborah Willis
y a todos los que enfiaron afirmaciones y escribieron palabras de aliento en las cuentas