Sin Reposo es una serie de diez fotografías de gelatina de plata basadas en la vida del abuelo de Muñoz-Ordoqui, un cubano exiliado. El artista recurre a las imágenes provenientes de los archivos de la familia, materiales táctiles y retratos de ambientes actuales para difuminar la distinción entre el pasado y el presente, lo político y lo personal.
En Vino y Agua (Paris, Francia 1956, Austin, TX 2006), el artista presenta una visión crítica y a la vez íntima de internalización política. La imagen refleja al abuelo de Muñoz-Ordoqui, sentado frente a un espejo y viendo, fijamente con una mirada perpleja, dos figuras femeninas. Cerca de su abuelo, el artista ha insertado un vaso en marca de agua, haciendo referencia a la filigrana bautismal, un símbolo católico de asociación religiosa. Esto hace alusión sutilmente al compromiso que nunca muere de un hombre, en este caso a la ideología izquierdista. Para muchos, la afiliación política es un asunto de filosofía personal.
El uso de múltiples materiales por parte del artista en El Acuerdo (con gaveta vertical) (Moscú, Unión Soviética, 28 de abril, 1962, Austin, TX 2006), dibuja un paralelo visual a los motivos ulteriores detrás de las tenues relaciones políticas. La figura de la izquierda, el abuelo de Muñoz-Ordoqui, es proyectada sobre mortajas de tela, mientras que su homólogo, el ex director en jefe de la Unión Soviética, Nikita Khrushchev, es marcado por papel desgarrado. El uso alternado de texturas pronostica el fracaso del pacto y habla de la naturaleza superficial de dichos acuerdos.
En Arena y tierra (La Habana, Cuba 1940s, Yucatán, México 2006, San Antonio, TX 2007), el artista ha fusionado de manera sobrecogedora una imagen de una reunión casual en la playa con el Cementerio de la Ciudad de San Antonio. La colocación fotográfica en capas sin bordes de Muñoz-Ordoqui desvía la mirada fija de las figuras en dirección del mar hacia un conjunto de tumbas, evocando un sentido de fatalidad eminente. La superposición de un cementerio norteamericano sobre una imagen de las playas de Cuba va más allá del sentido de desplazamiento del sujeto.
Sin Reposo proporciona una mirada íntima al ambiente familiar del artista para revelar la interconexión de historias personales y eventos exteriores recurrentes.
-Emily Morrison