Cuéntanos acerca de tu exposición.
Antes de que supiera lo que iba a crear para Artpace, vine a visitar la Sala Hudson (Show)Room. Recopilé dibujos y fotos del espacio para ayudarme a decidir lo que podría hacer en mi estudio y sabía que quería utilizar instalaciones que había hecho en los últimos dos años. Había una gran instalación de pared que hice originalmente en 2010. La reutilicé aquí en una forma diferente y armé la exhibición alrededor de ella. A menudo reutilizo piezas y las adapto a la arquitectura de cada nuevo espacio. Se me ocurren soluciones basadas en el espacio, por ejemplo, en esta exposición incorporé las rejillas de ventilación del aire acondicionado en la instalación de la pared del sur. En cuanto al movimiento de este espacio, incluí una gama de diferentes obras para mostrar la manera en que me enfoco en los materiales.
¿Cómo te enfocas en los materiales?
Reutilizo mucho los materiales y también reutilizo mis propias obras. Hago algo para una exhibición específica y luego cuando se termina y el espacio ya no está, esa pieza no es tan importante como lo fue y se vale volverla a asignar como algo más. Todas las piezas de color marrón y blanco en esta muestra fueron una obra totalmente distinta, simplemente las hice cuadritos. Algunas de las piezas son sólo retazos provenientes del estudio. Todo termina por refundirse y algunos de los pedazos más pequeños evolucionan en obras más grandes. Cuando hago algo específico, como para este espacio, mido el diseño para obtener una idea básica de lo que quiero construir. Por ejemplo, si estoy utilizando amarillo, utilizo una tabla de 2′ x 4′ y pinto un lado amarillo y luego la corto en pedacitos; siempre hay material de sobra, así que eso lo dejo en el estudio y termino con montones de desechos que reutilizo para otras cosas. No es tanto por razones medioambientales, pero para mí, es más fácil trabajar cuando las cosas tienen algo de información ya en ellas. Si encuentras algo que ya se ha usado, tiene mucha información visual que está ya en ello. Convertirlo en algo más es mucho más fácil cuando esa información está presente porque es sólo una cuestión de reaccionar al contenido incorporado. El lenguaje de mi obra es aquel de la pintura moderna del siglo XX, que era el idioma con el que crecí y me siento parte de él. De alguna manera, veo este tipo de obra como un lenguaje específico. Mientras más uso ese lenguaje, mi vocabulario se vuelve más amplio y mejor, se alimenta de sí mismo.
¿Cómo consideraste el espacio al crear las obras para esta exposición?
Lo primero en lo que pensé fue en cuáles obras preexistentes podría utilizar. Algunas obras se adaptaban al espacio así que no tuve que cambiarlas demasiado, y otras terminé por reconfigurarlas totalmente. Cuando tengo una exposición, pienso en el espacio entero como si fuera un lienzo y las instalaciones como la imagen, entonces es solo cuestión de tratar de descifrarlo. Vengo con un plan, y cuando llego intento soltar el plan un poco y dejar que la magia tome su lugar, con suerte, si se puede. Siempre traigo más material de lo que necesito para darme flexibilidad para experimentar. Las piezas en esta sala están todas visualmente conectadas, puedes trabajar en función de ellas. Hay toda esta luz muy bonita y brillante que entra y la pintura fluorescente refleja y lanza color y sombras a uno. Este espacio tiene una enorme personalidad: las ventanas viejas, la pintura desigual, la rugosidad, es un lienzo muy agradable para la obra.