Dark After Art

Rolando López

En residencia: May 15 – Jul 17, 2017

Exposición: Jul 13 – Sep 3, 2017


i nadie puede poseer el frescor del aire ni el brillo del agua ¿Cómo es posible que usted nos la quiera comprar? El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre…»
NOAH SEALTH 1854

A lo largo de más de cinco años el artista Rolando López ha generado una investigación extradisciplinar (1) que intenta revelar el pasado que lo conforma.
Tal labor incluye la revisión del pasado reciente del lugar en el que nació y vive,  una pequeña ciudad en el centro de la república mexicana llamada Aguascalientes.
La historia del lugar incluye el impacto de la llegada de  la “modernidad” a su silencioso paraje. Dicho impacto fue definido por el arribo de una acaudalada familia con un apellido impronunciable para los lugareños: Guggenheim.

En 1894 se instala a las orillas del pequeño pueblo “La Gran Fundición Central Mexicana”, propiedad del empresario Solomon R. Guggenheim.  Aunado  a la planta siderúrgica, que principalmente fundía cobre y plomo, se instalaron vías de ferrocarril conectando sus minas (que se encontraban en los municipios Real de Asientos y Tepezala) entre sí, así como con puntos estratégicos en el norte del país que permitían exportación a norteamérica.

La “gran” hacienda fundidora duró sólo 30 años, suficientes para sobreexplotar los recursos naturales del lugar y a sus obreros, y para dejar un legado perpetuo de miles de toneladas de residuos industriales tóxicos que fueron abandonadas sobre el suelo y aún permanecen ahí.

Una pequeña historia de un pequeño pueblo, que al igual que muchos otros en todo el planeta sufre (enfermedad y muerte) por la arrogancia humana que crece a la par del deseo de desarrollo y progreso que el ser moderno impone.

A partir de los hechos ocurridos López se pregunta qué hacer consigo mismo y sus circunstancias, qué hacer a partir de lo que ya otros hicieron sobre él. Entiende con claridad que su estrecha relación con el apellido Guggenheim establece pautas muy concretas con la historia del arte, y con ello con las formas de su financiamiento. López decide construir a partir de los desechos tóxicos un museo que emule las estrategias institucionales de aquellos que define como sus hermanos: los museos Guggenheim en el primer mundo.

Las estrategias que emula este museo incluyen tener una colección (miles de piedras-escoria), un programa de exhibiciones, un programa educativo y un programa de apoyo a la investigación. El museo es una institución creada con el objetivo de tener un impacto mayor dentro de la lógica sistémica del mundo del arte; es decir, al ser institución puede influenciar de forma más contundente las formas como se desarrolla lo que hemos llamado arte hasta el día de hoy (producción artística como sistemas de producción cultural).
Como parte del programa de apoyo a la investigación que el museo ha desarrollado se encuentran investigaciones de largo alcance sobre instrumentos musicales que tienen vínculos con culturas indígenas (como el chapareke hidrocálido) y la multiplicidad de saberes que se obtienen al establecer relaciones con maestros artesanos (alfareros) que trabajan la tierra en Real de Asientos.

La muestra del trabajo de López en Artpace es el resultado de un largo proceso de investigación, el cual muestra por etapas. En esta ocasión muestra resultados de su investigación en torno a las cualidades de su principal material de trabajo: escoria.

López construye metáforas de su realidad por medio de elementos minúsculos como las moscas, la tierra o los reflejos.
Ha creado cinco esculturas de moscas (escala 1:1) hechas a partir de escoria, alas de mosca, barro y sangre del artista, que llevan por nombre Nemontemi, días fuera del tiempo, los cinco días que no caben en las cuentas anuales del calendario que concibieron sus antepasados. Invisibiliza docenas de libros sobre culturas mesoamericanas que fueron rescatados de una tienda de libros viejos, colocándolos dentro de sacos negros que para el artista representan “bultos sagrados”(2). Los libros en el interior de dichos bultos acompañarán al artista de regreso a México y con ellos inaugurará la biblioteca del Museo Guggenheim Aguascalientes, la cual será instalada en espacios de pertinencia para su estudio.

Como parte de la muestra se regala un catálogo donde se observa una pequeña parte de los reflejos que López ha obtenido por el encuentro entre la cara pulida de una piedra-escoria y un pequeño halo de luz del sol, que obtiene por medio de un hoyo en una casa de campaña que el artista utiliza como observatorio astronómico solar. Al ser un dispositivo móvil, este observatorio puede ser trasladado a las zonas alrededor del planeta donde estuvieron ubicadas las fundidoras de la familia Guggenheim. El observatorio sigue la ruta del sufrimiento sistemático que produjeron, producen y producirán las industrias Guggenheim. El catálogo es acompañado de un dispositivo USB que contiene el audio de una acción performática que López desarrolló como parte de su estadía en San Antonio. Esta acción consistió en generar poesía gutural para acompañar los sonidos de los miles de murciélagos mexicanos que sobreviven debajo de uno de tantos puentes que invisibilizan zonas, personas y circunstancias. La acción inaugura un nuevo programa de trabajo llamado “Dark After Art” que está especialmente dedicado al estudio del sonido como herramienta de producción de sentido.

“Ustedes deben enseñar a sus hijos que el suelo que se extiende bajo sus pies es la misma ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, deben  decir a sus pequeños que esta tierra fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñenle  a sus  hijos lo que nosotros enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre, y que todo lo que a ella le ocurra, acabará ocurriendo también a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo que habitan, están escupiendo sobre sí mismos”.
Carta del Jefe  NOAH SEALTH 1854 al  presidente Franklin Pierce.

(1) Brian Holmes
(2) Tlaquimilolli

Artista

Rolando López

Aguascalientes, MX

In places where the painful stories remain hidden, remember and articulate the memory can be an act of politic resistance. Mary Jane Jacob
Hence the reason why I am interested in revisiting history as a means of understanding current times, as a means of comprehending the reality I live in and I am part of, aiming at defining the future.
The One event, out of the intricate weave defining my reality that has drawn my attention most particularly is also one whose importance has been diminished through the years in people’s memory, despite the strong evidence of its existence and the proportion of its implications as a symbol of the ferocious arrival of modern times.
Towards 1895, the Grand Central National Foundry is settled in Aguascalientes, Mexico. Dedicated to the processing of cooper and lead extracted from mines in the towns of Tepezala and Asientos, this foundry was presented by the government as a beacon of progress for this small city, therefore concessions and exemptions were granted, aiming at producing profits for a town full of people willing to work and find wellbeing. 30 years were just about enough for the complete depletion of the resources the company was interested in, which brought about abandonment.
Tepezalá is now just a collection of piles of pebbles and stones under which people still live. There are still Industrial residues that for many of the inhabitants of Aguascalientes have just always been a part of the landscape, a perennial presence. In the world, there are 4 renowned museums holding the same last name, venues that represent that transition from hope to disappointment: Guggenheim.

Ver más

Related
Exhibitions

Vista