Los azadones de mango corto son símbolos de opresión y control sobre el cuerpo. En respuesta a ello, presenté el objeto de tal manera que se viera agachado, contorsionado, y hecho de vidrio, volviéndolo inútil y frágil.
Estas herramientas fueron proscritas en la agricultura comercial en 1975.
Mi interés en la historia del algodón y las muchas posibilidades de trabajar con él es personal y universal. Personalmente, el algodón representa mi herencia y las raíces de mi familia. Culturalmente, el algodón es un vínculo común de nuestra historia norteamericana colectiva. Por otro lado, también es un símbolo de opresión debido a su historia de violencia y explotación en los Estados Unidos a partir de su importancia económica alrededor del mundo.
Las obras en esta exposición representan la conexión entre el cuerpo y los campos de algodón, con cada pieza representando el daño físico que el trabajo le hace al cuerpo y al espíritu para revelar su tensión, esfuerzo, fuerza y resiliencia.