Como muchos en los Estados Unidos, Francis Almendárez viene de una familia de trabajadores agrícolas inmigrantes; sus padres provienen de Honduras y sus abuelos de El Salvador. En el 2014, él viajó a Honduras para conectarse mejor con sus orígenes y el camino migratorio de su familia. Al regresar, se dio cuenta de que las fotografías y videos que había tomado en Honduras eran principalmente de gente trabajando.
Para rhythm and (p)leisure (ritmo y [g]ocio), regresó y capturó video y sonido en el norte y sur de Honduras, y en las montañas de El Salvador. Para este proyecto, yuxtapone retratos en video de gente realizando tareas como agricultura, preparar tortillas, limpiar la casa, y fabricar tenis piratas «de Nike» con producciones culturales como bailar en la calle, cantar, y tocar música. La obra lleva al espectador a tomar un tour audiovisual de la labor de la clase obrera a velocidades crecientes, desde el ritmo pausado del campo al paso acelerado de un restaurante en la ciudad.
Con esta presentación, Almendárez desvanece la distinción entre trabajo y ocio. A la música y la danza normalmente se les considera entretenimiento, pero la creación, preservación, ejecución y transmisión de estas tradiciones culturales son trabajo en sí. El artista alumbra y eleva el valor de la labor material e inmaterial, y desafía las representaciones principalmente negativas de las personas de color migrantes, de clase obrera, y queer.
Los montones de ropa sobre las tarimas de madera han pasado por su propia circulación global desde sus varios orígenes internacionales, enviadas a vendedores, usadas, y desechadas. Su colocación al centro de la galería da la bienvenida al espectador y ofrece un lugar para sentarse o recostarse, pero solo durante este breve momento en sus existencias antes de ser desinstaladas para continuar sus viajes individuales. La circulación tanto de las tarimas como la ropa refleja la circulación de la gente que ofrece su labor física, y por ende, la circulación de la cultura y la manera en que se consume, apropia, reenvasa y revende.
Esta exposición es posible gracias al generoso apoyo de Artpace San Antonio y Artadia: The Fund for Art and Dialogue.
AGRADECIMIENTOS DEL ARTISTA
Estoy sumamente agradecido por todos los participantes, performers, colaboradores y asistentes involucrados en este proyecto, sin quienes esta obra no habría sido posible.
Participantes y Performers:
La familia Posada de Cantón San Cristóbal, Ciudad Barrios, San Miguel, El Salvador
La familia Cantillano de Barrio Sunseri, San Pedro Sula, Honduras
Luis Reyes y la familia Reyes Amador de San Agustín, Namasigue, Choluteca, Honduras
La familia Rivera Reyes de Chinandega, Nicaragua
Las tortilleras de Mercado Guamilito, San Pedro Sula, Honduras
Los vendedores en las carreteras de Honduras y El Salvador
Los músicos Garífuna en Chuletas y Asados Elvis, San Pedro Sula, Honduras
Ty’esha Lewis, Andrés Renteria y Jacqueline Posada
Colaboradores y asistentes:
Anthony Almendárez, Rosa King, Jacqueline Posada, Francis Almendárez Sr., Omar Reyes, y Pablo Marimba
Agradecimientos especiales a Xavier Gilmore, Anthony Rundblade, Zaneta Taylor, Ashley Mireles, Olivia Hinojosa, Chris Castillo, y Leticia Rocha-Zivadinovic por su paciencia, apoyo, y consejo para realizar mi(s) visión(es). Verdaderamente aprecio su receptividad y confianza a lo largo de todo este proceso.
Gracias a Amber Jonas, Javier Gonzalez, Kat Cadena, Pam De La Mora, Bárbara Miñarro, Ana Fernandez, Asia Steeghs, Venus Prado, Ashley Mireles, Zaneta Taylor, Ethel Shipton, y Nate Cassie por todas sus donaciones de ropa que residen conmigo por ahora antes de continuar sus propios caminos de circulación. Gracias, Juana Córdova, por cocinar conmigo, unírteme en mi cacería de tarimas por San Antonio, y por estar tan dispuesta a platicar conmigo sobre la vida y el arte. Me la he pasado maravillosamente conociéndote y aprendiendo contigo. Gracias, Isabelle, por las hermosas conversaciones sobre la familia y por ser tan audaz y directa con tu trabajo. Eres una inspiración y me siento muy afortunado de haberme encontrado contigo. Gracias, Karina Aguilera Skvirsky y Riley Robinson, por la visita informal de estudio en mi «alfombra mágica» y por tomar el riesgo y creer en mi tan completamente desde el primer día. Me siento muy honrado y conmovido por el tiempo que pasé en Artpace y en San Antonio, y estoy muy agradecido con Erin Murphy, Ray Ybarra, Scott Williams, Chris Breakell, Charlie Kitchen, Lisa Halff, y todo el personal y el equipo de pasantes por siempre hacerme sentir bienvenido y como en casa mientras estuve aquí.