La exhibición de Simon para Artpace, una instalación foto-escultural titulada Sepia Officinalis, representa una desviación de las anteriores obras de la artista, presentando una atmósfera más intuitiva de prueba y error con base en las posibilidades de los fenómenos naturales. Presenta cuatro acuarios que contienen una especie de fauna marina única llamada Sepiida o Sepia (Cuttlefish, en inglés). La piel del molusco se adapta casi instantáneamente a sus alrededores, asumiendo diferentes tonalidades de la superficie sobre la cual nada; es este singular mecanismo de defensa que le ha ganado al molusco el sobrenombre de “camaleón del mar.” A través del mantenimiento de cuatro diferentes entornos, la artista pone a prueba la estrategia de supervivencia de invisibilidad de la sepiida.
La Sepia Officinalis es una investigación de la influencia de la imagen en el cuerpo utilizando grupos de control y experimentales. El grupo de control está representado por tres tanques alineados con imágenes de arena, lo que refleja un entorno natural para el molusco. El uso de imágenes naturales, en vez de arena real, expone el emparejamiento de lo artificial con lo orgánico de la artista. Mediante una cuidadosa construcción del entorno, Simon presenta una serie de esculturas que difum-inan las líneas entre lo natural y lo artificial, enfatizando la influencia de la ilusión, incluso en el mundo biológico.
El tanque experimental presenta la imagen de un tablero de ajedrez, mismo que fue desa-rrollado mediante una serie de pruebas para la reacción dermatológica de la sepiida. La artista analizó una miríada de patrones para la fotografía, incluyendo cuadros, rayas y puntos a fin de encontrar el patrón más adecuado para la transferencia. En última instancia, el uso de la artista del patrón de tablero de ajedrez, debido a su notable influencia sobre la coloración del molusco, plantea cuest-iones en relación a la investigación de la visibilidad a través del camuflaje en la naturaleza. La artista plantea cuestiones con relación a las formas pasivas y activas del disfraz, y las formas en las que los humanos han adoptado el fenómeno del camuflaje para su propio uso. De manera irónica, las sepiidas son daltónicas, ampliando la idea de la conversión e influencia y señalando que la adaptación no siempre sigue una fórmula lógica.
La discreta presentación de los tanques es visualmente análoga al camuflaje de los moluscos, estableciendo una conexión entre la cualidad adaptativa del animal y la presentación física de la obra. Las sepiidas son extremadamente sensibles al cambio en su medio ambiente y se asustan con facilidad. Cuando se alarman, emiten una tinta tóxica que enturbia por completo el tanque, dando por resultado su muerte. Tienen que ser albergadas en un medio con temperatura y pH controlados que incluye complejos sistemas de filtración y mantenimiento diario. El animal sólo come camarón vivo y no puede ser colocado en tanques compartidos debido a la posibilidad de canibalismo. La constante negociación del medio ambiente viviente enfatiza la fragilidad del experimento, incluso el más ligero cambio elemental podría resultar en el fracaso. Las implicaciones simbólicas de este riesgo hacen referencia a un tema común encontrado a través de la obra de la artista, la influencia de los factores del medio ambiente en el desarrollo de la identidad visual.
-Emily Morrison
La información incluida en este folleto con respecto a la sepiida fue recopilada del sitio Web del National Resource Center for Cephalpods en www.utm.edu/nrcc/. Al finalizar la exhibición, los peces utilizados en esta instalación serán donados a acuarios locales.