Transitios fue comisariada por Leslie Moody Castro y la Subdirectora de Artpace, Mary Heathcott.
Ricardo Cuevas
Change Is Possible, 2005
Reproducción fotográfica
Cuevas solicitó a cuatro diferentes talleres de impresión en la ciudad de México que transpusieran la frase en inglés «change is possible” (el cambio es posible) sin proporcionar instrucciones sobre la traducción, ortografía o gramática. El resultado, Change Is Possible, es cuatro interpretaciones muy diferentes de la frase.
Máximo González
La Fábula de la Silla-árbol por Iván Buenader
El invierno en el bosque fue muy duro. La silla sufrió heladas, el sol picante, el despótico viento. De repente se vio seca, desmembrada. Una pata junto al camino de tierra, otra bajo unos hongos, su respaldo desgajado. La pata trasera derecha era la más fuerte: todavía en pie, se alzaba al cielo danzando ilusión viva.
La silla sabía que sería mucho trabajo convencer a los demás de que era ‘silla’, pero iba a lograrlo. No sería un proceso de un solo paso. Empezaría por utilizer su fortaleza: su pata trasera, sinuosa, feminina. Llamó a un joven que por allí paseaba en busca de algo. Le pidío que la ayudara a empezarse. El joven la sacó con cuidado de la tierra y ella, saltando entre equilibrio y alegría, dio vueltas juntando sus pedazos. Los cargó al hombre y llegó a una carpintería donde la ayudaron a formarse. Aunque contenta con su figura, sintió que le faltaba tonificación, seguridad, depilación, maquillaje. Fue saltando entonces hasta una casita en la montaña donde un viejo solitario prometió dejarla bella. “También debes educarte,” le dijo.“No puedes andar por ahí toda despatarrada.” Ella aceptó y estableció una condición: que su pata trasera derecha se quedara larga como estaba. Respetando el deseo de la silla, el hombre comenzó a ponerla en forma: la hizo estudiar, hacer ejercicios, hasta mejorar notablemente.
Una noche de borrachera, el hombre alebrestado intentó cortarle su dichosa pata. “¡No lo hagas!” gritó ella, cuanda la agarraba serrucho en mano. “¿Por qué no?” argumentó él.“Si esa pata que te sale es larga y horrible.” Ella suplicó: “esa pata es la que me permitió venir saltando hasta ti, fue la que sedujo al joven que me ayudó a salir del suelo en el que estaba enterrada, y es la que siempre me recordará que, aunque me sienta muy silla, en el fondo soy árbol.”
Miguel Monroy
Generación de Deuda 2/3, 2011
Facturas de tarjetas de crédito, fotografías de tarjetas de crédito, y recibo para los marcos