Three New Works de Andrea Büttner fluye por las venas del arte conceptual, integrando varios materiales que infieren ciertos valores cuando hacen referencia al psicoanálisis. Al trabajar con fotografía, escultura, grabaciones de sonidos y objetos encontrados, ella invita a la participación de la audiencia para generar ideas y temas.
La galería Artpace de Büttner contiene una serie de objetos aparentemente disonantes. Un diamante chocolate en bruto descansa sobre una silla blanca de plástico monobloque, común en muchos hogares. Una fotografía a color muestra un cajero automático (ATM) con un material color tierra esparcido sobre su teclado. Para completar la exhibición hay dos fuentes de arcilla sin cocer en forma de montículos que rezuman agua suavemente, acopladas con un sonido ambiental grabado en una reunión cuáquera.
Los colores dominantes dentro de la obra, blanco y chocolate, representan un diálogo entre los simbolismos que tiene cada color. En forma convencional, el blanco es el símbolo de la pureza, mientras que el chocolate se puede relacionar con lo sucio. Los materiales también tienen significados simbólicos para los espectadores: plástico y arcilla son elementos convencionales; los diamantes tienden a ser más preciosos. Mientras el enfoque inicial del espectador puede ser el de interpretar la obra a través de esta dicotomía de colores y materiales, los significados de los objetos en esta exhibición no están definidos tan claramente, según Büttner. El color marrón también es el color del chocolate, el café, la tierra y del hábito de los monjes franciscanos; cada uno de estos elementos tiene un nivel distinto de valor en las sociedades. Lo mismo es cierto para el color blanco, el color estándar de los diamantes y las sillas plásticas. A través de estas lentes distintas, el espectador atribuye valor al color en forma subconsciente, dependiendo del contexto en que está suscrito.
El color marrón también se relaciona con el continuo interés de Büttner en la vergüenza. Cuando un niño defeca y presenta este «regalo” a sus padres, los padres alaban al niño, pero le enseñan a tirar los residuos por el inodoro, para deshacerse de ellos o esconderlos. La producción y exhibición cíclica presentan un dilema de la artista: ¿debería la artista sentir vergüenza al mostrar su obra? ¿Debería sentir vergüenza cuando supera o no cumple con las expectativas del público?
Büttner utiliza el análisis del excremento y el dinero de Sigmund Freud, donde el primero simboliza al segundo en secuencias de sueño. Ver desperdicios en un sueño es hacer sentir al soñador que hay aspectos de sí mismo que son sucios, indeseables o repulsivos; las heces también pueden simbolizar el dinero o las ansiedades acerca del dinero. Ella hace referencia a las interpretaciones escatológicas de Freud en su fotografía y en otras piezas: el ATM sucio evoca repulsión, aunque muchas personas necesitan usar esta máquina diariamente. El diamante chocolate en bruto, es muy valioso, pero aún así puede parecerse a algo más biológico. El disgusto y el deseo crean una situación compleja en la que uno cuestiona a la naturaleza del valor y a cómo uno obtiene un elemento de valor.
La pieza de sonido, grabada en la casa de reuniones Live Oaks Friends en Houston, Texas, envuelve a la exhibición. El silencio es típico de una reunión cuáquera, que consiste en una reunión de amigos que se sientan tranquilos para oír la «voz de Dios.» La quietud resuena, marcada por el canto de los pájaros, que pueden oírse a la distancia a través de un tragaluz creado por James Turrell. Las dos fuentes de arcilla sin cocer gotean agua por los lados, emitiendo otro sonido familiar. La resonancia del silencio y el goteo del agua aumentan la conciencia de la falta de voces.
A través de un montaje único de objetos con múltiples connotaciones, la exhibición de Büttner resalta la naturaleza compleja de cómo los individuos de diferentes culturas asignan un significado y un valor a los materiales, colores y sonidos. Además, la exhibición invita al espectador a reflexionar sobre el sentimiento de vergüenza y sobre si delatan o no el proceso de creación y exhibición.
—Leslie Houin, Pasante de licenciatura