




Giuseppe Gabellone cambia las nociones de autenticidad y racionalidad en sus esculturas de proceso intensivo. Sus objetos inverosímiles, en este caso dos grabados en madera de espuma de uretano rígido, se presentan sin un contexto explícito, pero aluden a la historia del arte, la arquitectura y la naturaleza.
El curador Francesco Bonami describe el trabajo de Gabellone como «barroco, subvirtiendo constantemente la disciplina del estilo desde adentro». Este sorprendente giro en nuestras expectativas obliga a los espectadores a repensar sus impresiones iniciales, porque las piezas mismas a menudo parecen hacer referencia a las formas en que procesamos nuestra comprensión del trabajo. Gabellone sugiere que una superficie exterior ilumina una naturaleza interior.
Al crecer en la ciudad de Brindisi, el artista comenzó a elaborar sus piezas escultóricas, estructuras y cajas finamente elaboradas, que son tanto derivadas de la tierra como biomórficas, a partir de arcilla, madera y metal. Elegantes y viscerales, las obras a menudo invitan al contacto del espectador.
Para su exposición de residencia, el artista recreó dos grabados en madera japoneses del siglo XVIII. Utilizando materiales modernos, que incluyen espuma de uretano y caucho de silicona, Gabellone ha transformado la imagen plana en una forma tridimensional. Experto en los aspectos técnicos de la fabricación de moldes, Gabellone manipula hábilmente estos materiales, comprometido a fondo en el proceso de transformación. Como muchos de los primeros maestros italianos, sigue una larga tradición de simulación, de recreación, utilizando diferentes materiales una y otra vez. Su abstracción o perversión del original, da como resultado un trabajo con un filo más duro y más abierto a la interpretación. Gabellone presta la misma atención al material que al proceso y a la imagen.