Living Still consiste de cinco obras: Cenotaph, una rocola que reproduce una selección de momentos de silencio grabados de la historia, que van desde la muerte de John Lennon hasta protestas silenciosas contemporáneas, Man in Black (after Sonya Vasquez), dos pantallas que proyectan simultáneamente las orejas de esculturas de cera de Johnny Cash, Plaza, una pista de baile de parqué portátil colocada perpendicular al piso; The Toe of Toribio Losoya (after William Easley), una fotografía que documenta una intervención iniciada por un artista para crear una leyenda del “Unsung hero of the Alamo” y Shot, un montaje de video de un canal que registra a los visitantes a Dealey Plaza en Dallas, Texas, el lugar donde ocurrió el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963. Al desdibujar lo que distingue la conmemoración del entretenimiento, Mueller se esfuerza por capturar el deseo universal de conmemorar, al mismo tiempo que seduce a la audiencia para involucrarla con un aspecto a veces olvidado de la historia.
En Cenotaph, Mueller presenta una Rock-Ola de CD “Legend” de 1995, que contrasta fuertemente con sus alrededores deliberadamente escasos. Inspirado por el cenotafio de JFK o “tumba vacía” en Dallas, además del Cenotafio del Álamo en San Antonio (en honor a los muertos en su defensa), se le invita al espectador a insertar una moneda en la rocola y a elegir la reproducción de un momento de silencio. La colección de 100 selecciones se enumera en un «libro» de tarjetas de opción de discos compactos, que se muestra detrás del panel de vidrio de la rocola, lo que brinda al artista un lugar en el que insertar sus propias decisiones relacionadas con la representación visual y textual de cada pista. La rocola de inspiración clásica, es un vehículo para la nostalgia, que induce una sensación de familiaridad en el espectador, mientras facilita su interacción con el silencio, por momentos incómodo. A través del intercambio, el espectador es confrontado con múltiples niveles de elección personal que inevitablemente se hacen públicos: seleccionar un momento de silencio que reproducir y, una vez determinado, decidir cómo reaccionar a la selección.
Man in Black (after Sonya Vasquez) retrata las orejas izquierda y derecha de las esculturas de cera de Johnny Cash que se encuentran en los museos Ripley’s Believe It or Not! de San Antonio y Grand Prairie, respectivamente. Los videos muestran las orejas exactamente como se ven en cada lugar, sin alterar la iluminación, para comunicar el teatro del interior, bizarro y conmemorativo del lugar. A pesar de que ambas orejas parecen increíblemente reales, la oreja derecha está rota en la punta, una cicatriz de los visitantes demasiado curiosos. Presentadas una a continuación de la otra, la colocación de las pantallas anima al espectador a moverse alrededor de su perímetro, como si imitara la experiencia de una estatua conmemorativa tridimensional. La representación de las orejas del fallecido músico es de significación para Mueller debido al estatus icónico de Cash y como referencia a los jeroglíficos egipcios, en los que la oreja simboliza la comunicación con los dioses.
Shot es una proyección de un video de un solo canal editado, que documenta a los visitantes del sitio en donde fue asesinado el presidente John F. Kennedy. Sin una estatua o documento obvio con el que interactuar, los visitantes sin querer toman parte en una danza delicada dentro y fuera de la calle que guió a la caravana de Kennedy, en la que los únicos marcadores son dos trozos de cinta adhesiva blanca en forma de equis que indican los lugares en los que se le disparó al 35º presidente de los Estados Unidos. Sin variación, los visitantes esperan a que pasen los autos, luego se lanzan a la calle y “disparan” fotografías con sus cámaras, recreando las relaciones espaciales del incidente original.
La exhibición Artpace de Mueller resalta una variedad de tradiciones conmemorativas. A menudo disfrazando el incómodo tema de la muerte, sus obras emanan cierta ausencia, ya sea de palabras o personas, que anima a los espectadores a interactuar, sin guión. Las conmemoraciones también funcionan como vesículas de transmisión para la conexión: figuras de cera como sucedáneas de sus contrapartes fallecidas, orejas como vínculo de comunicación divina y una rocola que emite momentos de silencio. Cuando se los toma juntos, Living Still resalta el sentido del espectáculo asociado con las conmemoraciones y ofrece una mirada crítica pero afirmativa de nuestra obsesión con nuestra propia falta de permanencia.
—Taylor Browning, Pasante de licenciatura