








El proyecto de Yiso Bahc en Artpace continúa el interés del artista por el espacio y la dislocación. En la galería, Bahc quitó una gran parte de la pared recién construida y la colocó en el piso, dejando intactos los detalles ásperos (vigas de madera y paneles de yeso). Luego, Bahc proyecta imágenes de video en vivo de las cámaras instaladas en el techo de ArtPace en la pared o «pantalla» del piso. Múltiples proyectores crean un collage invertido del horizonte de San Antonio y el aparentemente interminable cielo de Texas. Bahc cambia hábilmente la perspectiva para que los espectadores parezcan mirar hacia afuera, ya que en realidad miran hacia abajo y permanecen adentro.
Una segunda pieza presenta un paisaje más imaginario. Actualizando el icono de un mensaje en una botella, el artista ha lanzado al Golfo de México una botella que contiene un dispositivo de rastreo del Sistema de Posicionamiento Global (GPS). El GPS, sellado dentro de una modesta botella de plástico, transmite una señal de su ubicación precisa mientras flota en el mar. Bahc traza la ruta de un viaje impredecible y sin rumbo marcando la pared de la galería. El espectador imagina una experiencia “en el mar” y sin rumbo. La pieza es finita e interminable: cuando la batería del dispositivo se agote, la botella desaparecerá de nuestro conocimiento cartográfico, pero no de la tierra. Con la botella a la deriva, Bahc parece cuestionar los límites de nuestro conocimiento sobre la existencia, el futuro y el destino.
En ambas piezas, el tiempo real y la vigilancia se sitúan en el contexto de la naturaleza, creando una meditación poética. Con el cielo proyectado, el espectador busca, espera que aparezca la acción. Por el contrario, con la botella flotando en el mar, la escultura es la acción; aunque es impotente en su dirección, depende de la corriente para trazar su curso. Tranquilo y abierto, el trabajo de Bahc reflexiona sobre las ideas del pasaje: el flujo del tiempo y el cruce de fronteras.